Todos los días vivimos situaciones que despiertan en nosotros una variedad de sentimientos. Una situación desconocida nos da miedo y los triunfos nos dan alegría. Las personas que están cerca de nosotros viven experiencias semejantes y tienen sentimientos similares. De esta forma, los sentimientos son un lenguaje común de los seres humanos que nos permite comunicarnos, comprendernos e identificarnos. En toda esa variedad de experiencias hay algunas que nos provocan sufrimiento a nosotros y a los demás.
La compasión es el valor que nos hace sensibles a los males de las otras personas y nos impulsa a aliviar o reducir su sufrimiento. Es una forma de solidaridad, que nos vincula con los demás y también una expresión de generosidad pues por un momento dejamos de pensar en nosotros mismo para poner nuestra inteligencia, imaginación y sensibilidad al servicio de quienes los necesitan. En la compasión hay también un elemento de lástima que no es algo vergonzoso para nosotros o para los demás, simplemente significa que sentimos ternura por quien la está pasando mal.