domingo, 11 de noviembre de 2012

para esa personita, EL AMOR DE UN DIA.....mddl

Mirame a los ojos, no me digas el porque
Yo no tengo miedo, se que sobrevivire
Si dices que te vas, a mi me importa poco
Mañana es otro dia y renacere

No te debo nada, ya te he dado por demas
Escondere la pena, frente a todos los demas
Pero no me supliques que sea comprensiva
Perdoname aunque yo no te perdonare

Si dices que te vas, estas rompiendo el mundo sobre mi
Si dices que te vas, no se como vivir
Ya me acostumbrare, a recorrer mi vida sin temer
Es facil para ti, que no sonria ya

La ultima maleta, y mi vida cambiara
Y aunque alguien te espera, en la sombra del portal
Y solo espero que te vayas para siempre
Que ella te lleve lejos, que no vuelvas mas

Si dices que te vas, pierdes un lugar dentro de mi
Mi puerta cerrare y no se vuelve a abrir
Y ahora llevate, tu falso corazon, tu hipocresia
Y llevate tambien esa mirada fria

Inventare un escudo con el que me defendere de ti,
Para que no me hieran los recuerdos sobre ti

Yo maldigo el dia que nos ha unido
y el dia que te aleja de mi vida
Sin una sola despedida, agacho la cabeza, yo dormia

Si dices que te vas, estas rompiendo el mundo sobre mi
Te juro que al final tu te arrepentiras
Si dices que te vas te pido que no vuelvas nunca mas
Porque yo cambiare, y tu no cambiaras

Mirame a los ojos, si quieres marchate
Hoy sin ti me muero y sin ti renacere.......

lunes, 15 de octubre de 2012

miércoles, 19 de septiembre de 2012

vivir es lo de menos,,,si vamos de la mano!!!!

domingo, 27 de marzo de 2011

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Estuve pensando en mis contradicciones, en el sí y en el no, en lo que quiero ser, y en lo que soy, en lo que amo y también en lo que odio.

¿Cómo es posible que a veces odie lo que amo y ame lo que odio?

He estado pensando en mis contradicciones, en el daño que hago a otros y que a veces me hago a mí mismo, por no tener las cosas claras, por no saber establecer mis prioridades.

He estado pensando en mis contradicciones, en como a veces enfrento mis propios valores, con mi manera de actuar, y he comprendido que sigo siendo humano, quizás demasiado humano, que muchas veces el corazón, tiene razones que la razón no entiende.

Y he llegado a la conclusión, que si aún dudo, es porque todavía no me he rendido, y al enfrentar la vida, me enfrento a dilemas.

He estado pensando en mis contradicciones, y he dado gracias a Dios, por ayudarme a enfrentar, tantas preguntas, y a encontrar tantas respuestas…

Las contradicciones se presentan en cada uno de nosotros a diario.

Vamos a hacer algo y dudamos…

Nos preguntamos si está bien o mal…

Vamos a dar algo a alguien y pensamos cómo lo tomará…

Sentimos amor pero luego también dudamos…

Y así vamos de un lado al otro, paseamos por esas habitaciones que creamos en la mente, nos parece que una es mejor que la otra pero luego regresamos a la primera…

No sabemos para dónde vamos o si lo sabemos no tenemos la certeza de saber si es lo mejor…

Pero en ese ir y venir uno aprende…

Crece…

Es como el niño que está aprendiendo a escribir: le faltan algunas letras primero, otras son deformes, otras no están bien insertadas en la palabra…

No se entiende, borra y vuelve a empezar, y poco a poco la palabra contiene todas las letras, no hay error, no se equivocó y dice: ¡CALIDAD!

Lo logré…

Dudando crecemos, y por sobre todo en esas dudas, en esas contradicciones encontramos los obstáculos interiores que ponen freno a nuestras verdaderas emociones, a nuestros sentimientos y logramos entender que sólo superándolos logramos llegar a nuestra meta, a lo mejor de nosotros y a conocernos cada día más.

Muchas cosas que nos suceden no tienen una explicación lógica.

Mucho de todo lo que vivimos no puede ser analizado.

Debemos entender que el corazón entiende razones que la razón no entiende…

Entonces enfrentemos la vida dándole paso a la razón pero llevando en la mano nuestro corazón…

De esta forma podremos enfrentar nuestras contradicciones y darnos cuenta que muchas de las respuestas que no encontramos en la mente están alojadas en nuestro corazón.

martes, 22 de marzo de 2011

Encontrando el propósito de tu vida…

“Con muy poca preparación, damos el paso hacia el ocaso de la vida.

Peor aún. Damos ese paso, con la presunción falsa de que nuestras verdades y nuestros ideales nos van a servir como solían hacerlo.

Pero no podemos vivir el atardecer de la vida de acuerdo al programa de la mañana.

Porque lo que fue grandioso en la mañana, se volverá pequeño en la noche.

Y lo que en la mañana era cierto, a la noche se habrá convertido en una mentira.”

“Siempre he sentido que el verdadero propósito de la vida, es simplemente el ser feliz, el disfrutar tu vida.

El llegar a un lugar donde no siempre estés tratando de llegar a algún ‘otro’ lugar.

Tanta gente pasa su vida luchando, tratando de estar en un lugar en donde no está.

Les parece que nunca llegarán.

Una de las formas de entender acerca de cómo encontrar tu propósito en la vida es retornar a la naturaleza.

Encontrar tu propia naturaleza…”

“…Este EGO es la parte de nosotros que empieza a decirnos que quienes somos no es esta creación perfecta y divina, esta parte de Dios de la que viniste.

No dice eso. Nos dice: Lo que eres, es lo que tienes…

Empieza con cosas como nuestros juguetes, luego nuestras cuentas bancarias, y luego las posesiones que tenemos.

Antes que nos demos cuenta, comenzamos a identificarnos a nosotros mismos en base a nuestras posesiones.

Empezamos a tener un grupo de creencias sobre: ‘mientras más tenga, más valor tendré como persona’.

Y así pasamos nuestras vidas tomando a estos jóvenes niños y sumergiéndolos en una cultura que enfatiza… MÁS.

Se vuelve casi un mantra del ego.

Debes tener más. Y mientras más tengas, más consciente estás acerca de como otras personas están tratando de quitártelo.

Más te sientes consumido con ¿cómo lo protejo?, y ¿cómo hago AÚN MÁS de esto que tengo?.

El dilema aquí es que si eres lo que tienes, y las cosas desaparecen, entonces quien tú eres también desaparece en el proceso.

El segundo aspecto del ego es esta idea de que no solo soy lo que tengo, sino también soy lo que hago.

Y lo que hago se vuelve esa cosa llamada ‘logro’.

Y en todo este mundo de creer que soy lo que hago, nos consumimos con toda esta idea de mi éxito, mi valor, mi mérito como ser humano se base en cuánto puedo lograr…

Así que debo hacer más dinero, debo conseguir un ascenso, debo competir con todo el resto que está tratando de obtener lo que tengo.

Nos enseñan esto una y otra vez, y a todos nuestros jóvenes les enseñan esto cuando van a hacer atletismo; lo más importante que puedes hacer es ser el número uno.

Y ves la palabra número uno, somos mejores que cualquier otro.

Y constantemente nos encontramos en esta noción competitiva nuevamente, de creer que nuestro mundo es uno en el que tenemos que competir.

Eso es lo que nos dice el ego todo el tiempo…

Ahora, el tercer aspecto de esto es la idea de que soy lo que otras personas piensan de mí. Lo que sería… soy mi reputación.

Esto es particularmente relevante para los jóvenes, a los que se les enseña que deben vestirse de la forma en que otra gente lo piensa.

Que si las demás personas no te quieren, entonces hay algo malo en ti.

Si te consumes con esas cosas, entonces vas a ser algo diferente cada vez que te das vuelta.

Ahora, esto es particularmente relevante para las mujeres. Especialmente en relación con la familia.

A las mujeres se les enseña en esta cultura, frecuentemente en nuestra sociedad, que la única forma en que puedes sentirte realizada, es por cómo te relacionas con tu familia. Contigo como hija, contigo como madre, contigo como abuela.

Y mientras que estas cosas son muy importantes en el aspecto creativo de la vida de cada mujer, si es esta la elección que toman, no son necesariamente la ÚNICA cosa. Y muchas mujeres sienten que muy dentro de ellas tienen un llamado, para lograr algo más grande, y así hacer una contribución.

Y muchas veces lo ponen de lado. Así que lo que aliento en las mujeres a pensar es: No ignoren esa llamada dentro de ustedes. No ignoren esa parte de ustedes que dice: ‘Vinieron aquí a crear algo poderoso’. Y tienen tanta influencia para hacer eso, tienen tanto derecho a hacerlo, como cualquier otra persona.

Nos movemos luego, a la última parte del ego, que nos habla de algo llamado separación.

Y el ego tiene un sistema de creencias muy fuertes, en el que, quien soy yo, está separado de todos los demás.

Y luego otro componente del ego nos enseña que también estoy separado de todo lo que me falta en mi vida y de todas las cosas que me gustaría tener.

Y luego, finalmente, el ego nos enseña el error más escandaloso de todos. Nos enseña que… estamos separados de Dios.

Y uno de los conceptos simples que aprendes en el atardecer de tu vida, cuando cambias hacia la etapa con significado de tu vida, es darte cuenta que vienes de una fuente.

Podemos llamarla Dios, podemos llamarla Tao. No importa cómo la llamemos.

Y es que esta fuente está en todos lados. No hay un lugar donde no esté. Debe estarlo, porque lo crea todo. Todo viene de esa fuente.

Entonces debe estar en mí, si no hay un lugar en el que no esté, debe estar en mí.

Y si debe estar en mí, debe estar también en lo que sea que me parezca que le está faltando a mi vida. Si sabes eso, entonces de alguna manera ya estás conectado en espíritu con todo lo que te está faltando en tu vida, que te gustaría tener.

Y todo lo que tienes que hacer es darte cuenta de la manera de alinearte a ti mismo a eso y tener un conocimiento de que ya estás conectado a eso. De que sólo tienes que ponerlo en marcha.

Si nos movemos hacia el atardecer de nuestra vida, llevamos las mismas construcciones del ego que aprendimos en la mañana de nuestra vida; las cuales eran todas sobre competición, ganar, ser mejor que todos los demás.

Y tratamos de aplicar estas mismas construcciones al atardecer de nuestra vida.

Y lo que sucede es que terminamos viviendo una mentira.

Porque lo que era cierto en la mañana, a la noche se ha vuelto una mentira.

El problema es que realmente no sabemos como movernos hacia la cara del significado en nuestra vida.

Aquí es donde tenemos que aprender a ir de vuelta a esos primeros nueve meses, desde el momento de nuestra concepción hasta nuestro nacimiento.

Lao Tze habla de esto en el Tao Te Ching.

‘Déjate vivir por eso’.

Nos dice que, el Tao no hace nada, y no deja nada sin hacer.

Aquí es donde tenemos que llegar a un lugar donde podamos entregarnos, y tener la certeza de que no estamos solos, de que vamos a ser guiados, de que tenemos una naturaleza, de que podemos confiar en ella.

No es algo con lo que tengamos siempre que estar luchando.

No es algo de lo que tengamos que estar a cargo.

Literalmente, piensa en eso.

Déjate ser vivido por eso, en lugar de tú tomar el control.

Pero mientras nos movemos hacia el lado con significado de la vida, lo que pasa es que empezamos a pensar sobre cumplir con un dharma, cumplir con un destino, cumplir con algo dentro de nosotros, un llamado, que sólo nosotros podemos sentir dentro nuestro.

Nadie más puede decirte qué es eso, pero si lo sientes, y lo sabes, ganar o estar delante de otras personas pasa a un segundo plano, frente a sentirse realizado, y vivir tu vida con un propósito.”

lunes, 21 de febrero de 2011

SOLEDAD

Mi mundo es un desierto donde voy muriendo,
no recuerdo la felicidad,
el 14 de febrero lo detesto,
y van dos diciembre que no estas,


sola sencillamente sola
tan sola aburida, loca y sola
sola sin tus besos,
sola sin tu cuerpo,
sola porque ya tu no estas.

La puerta de mi casa a
seguido abierta, por si a caso
tu decides regresar,
no dejaste substituto
que me de fuerzas,
tu eras mi principio y
mi final.


SOLEDD