viernes, 31 de julio de 2009

Hechos que olvidamos...


Cuando somos niños buscamos refugio amante de los brazos de nuestros padres. Recurrimos a ellos para que curen nuestras heridas . Buscamos su hombro para llorar. Cuando somos niños no tememos a ser naturales, si estamos tristes nuestro rostro lo expresa, si la alegria nos conmueve nada detiene nuestra carcajada, si la ira nos agrede no es posible que evitemos sentirla. Cuando somos niños el mundo parece vestido de primavera, para un niño no hay mañana ni despues, vive cada dia alegre, triste, emocionado o impactado, el tiempo carece de importancia, jugando aprende, llorando sueña, es solidario con quienes le rodean , sufre con quienes lo hacen.
Pero cuando crecemos, olvidamos poco a poco el significado real de la risa, nos convertimos en actores, representamos un papel cada dia, preferimos que los roles nos estereotipen, buscamos guirnaldas donde no las hay y olvidamos que el color del arcoiris en inimitable.
Cuando crecemos y nos convertimos en adultos olvidamos el significado de la niñez, por eso, probablemente, los ancianos, que ya han visto todo, vuelve a jugar a ser niños. Esos ancianos saben el significado de la vida, que no se logra jugando a ser grandes, sino volviendo a ser niños.
Necesitamos niños que sueñen y creen, niños que construyan castillos de arena y pretendan conquistar las mas remotas estrellas. Vamos en busca de esa niñez perdida que nos salve de vivir acongojados con la vida y nos enseñe a entristecernos por las situaciones fortuitas.
Busquemos a ese niño que ria con naturalidad ,porque no tiene nada que probarle a nadie, simplemente busca el mejor camino para llegar a si mismo
DIOS RIE Y LLORA CON LA RISA Y EL LLANTO DE LOS NIÑOS