Pero cuando crecemos, olvidamos poco a poco el significado real de la risa, nos convertimos en actores, representamos un papel cada dia, preferimos que los roles nos estereotipen, buscamos guirnaldas donde no las hay y olvidamos que el color del arcoiris en inimitable.
Cuando crecemos y nos convertimos en adultos olvidamos el significado de la niñez, por eso, probablemente, los ancianos, que ya han visto todo, vuelve a jugar a ser niños. Esos ancianos saben el significado de la vida, que no se logra jugando a ser grandes, sino volviendo a ser niños.
Necesitamos niños que sueñen y creen, niños que construyan castillos de arena y pretendan conquistar las mas remotas estrellas. Vamos en busca de esa niñez perdida que nos salve de vivir acongojados con la vida y nos enseñe a entristecernos por las situaciones fortuitas.
Busquemos a ese niño que ria con naturalidad ,porque no tiene nada que probarle a nadie, simplemente busca el mejor camino para llegar a si mismo
DIOS RIE Y LLORA CON LA RISA Y EL LLANTO DE LOS NIÑOS